…Y cruzando transversalmente, con la íntima historia personal, la historia de la patria reencontrada -aquella cuya pintura a través del velo de la nostalgia aún conservaba el esplendor de los más vívidos colores y la riqueza de los contrastes- sucede que ésta se nos va desdibujando, esta vez ante los propios y pasmados ojos, deshilanchándose entre los dedos como un tapiz man­chado, ajado y descolorido en tanto se hace descender sobre éste el telón estridente de un espejismo de cultura -cultura extraviada, alejada del más elemental humanis­mo, enajenantemente globalizada y adocenante- como un caleidoscopio enloquecido sacudido por manos epi­lépticas. Los ojos que volvieron, enamorados, a redes­cubrir la patria contemplan consternados la lenta e ine­xorable introducción de una nueva y más pavorosa ma­nifestación de colonialismo: el colonialismo del espíritu…

Del libro “El grito en la sombra”, Prefacio, Santiago de Chile, 1996, 1ª edición limitada (1ª y 2ª ediciones digitales disponibles para descarga en BIBLIOGRAFÍA).

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