A un vendedor de cuello y corbata en la calle
Tú vas yo vengo tú y tu ponderosa valija de quimeras yo, con mi feble canastillo de visiones ambos naufragados de mareas ambos, vendedores de
Tú vas yo vengo tú y tu ponderosa valija de quimeras yo, con mi feble canastillo de visiones ambos naufragados de mareas ambos, vendedores de
Cuando regrese de la Muerte luciré en mi frente un listón de color celeste; sí: ¡un listón celeste! Y ocultaré dos marraquetas bajo el brazo,